Sosé Hadjian: «A veces los sueños tardan en concretarse, hay que dejar que la vida decida el momento»

Sosé Hadjian es docente de idioma armenio hace más de cincuenta años. Comenzó su carrera en el instituto Karen Jeppe de Alepo, Siria, de donde proviene. Este año decidió que había llegado el momento de dejar la tarea activa y diaria en las aulas, pero eso no significa que haya pasado a un retiro ocioso. Continúa colaborando activamente en el Centro Armenio de la República Argentina y con el instituto San Gregorio El Iluminador. Realiza traducciones y cada miércoles dirige el “Talk Time en Armenio”, un espacio de conversación para mantener y perfeccionar el idioma armenio y donde además se ven temas de cultura e interés general. Habla siete idiomas y por si fuera poco acaba de recibirse de Licenciada en Filología y Literatura a distancia en la Universidad Khachatur Apovyan de Ereván, Armenia, con notas de honor y felicitaciones de los directores.

– Sosé, este año dejó la docencia en la escuela, tiene hijos grandes y nietos. ¿Cómo decidió hacer una carrera universitaria y por qué en la universidad de Armenia?

– Obtener un título universitario era una asignatura pendiente en mi vida. Yo pensaba estudiar Literatura Inglesa en la universidad de Alepo, pero el proyecto quedó trunco cuando nos mudamos a la Argentina. Criar seis hijos y a la vez ejercer la docencia no me permitió tiempo para hacer la carrera. Sin embargo, comencé a estudiar lengua francesa e hice cursos de Literatura, Historia de la Civilización e Historia del Arte, todo en la Alianza Francesa. Realicé a su vez cursos de Ciencias de la Educación de manera online. Estudié también idioma alemán y siempre traté de mantenerme actualizada. Tenía el ejemplo de mi marido, que adoraba los libros y leía muchísimo. En mi casa se fomentó mucho la lectura y la cultura. Con respecto a la decisión de estudiar en Armenia, era un sueño que siempre tuve. Armenia es nuestra patria, ¿y qué mejor lugar para estudiar Lengua y Literatura armenias? A veces realizar nuestros sueños tarda en llegar, hay que dejar que la vida decida el momento oportuno. A mi edad, teniendo hijos grandes y nietos, pude darme el lujo de estudiar a distancia una carrera que duró cinco años, con herramientas virtuales y metodologías modernas. Siento que fue un doble mérito.

– ¿Cómo llegaron a la Argentina y cómo se dedicó a la docencia?

– Mi esposo, Bedros Hadjian, fue una figura pública en la comunidad armenia, que tuvo una actividad inmensa durante toda su vida en las áreas de enseñanza, política, y cultura de nuestra colectividad. Vinimos a la Argentina en 1970 porque fue invitado por el Centro Armenio para ocupar el cargo de director de la escuela San Gregorio El Iluminador, profesor de la escuela Jrimian, redactor del diario Arrmenia y también para la formación de jóvenes. Yo comencé a dar clases en el secundario como profesora de lengua armenia, y luego a la vez en la primaria. Además del San Gregorio trabajé en el colegio armenio de Vicente López y en Jrimian. Al principio de este año dejé mi actividad como profesora de escuela, ya me había llegado el momento de descansar. Yo fui esposa, madre, docente y eterna estudiante. Nunca dejé de estudiar o aprender cosas nuevas relacionadas con Lengua y Educación.

– Detallenos un poco de la carrera que estudió y cómo fue su experiencia universitaria.

– La carrera que estudié duró cinco años, y el título que recibí es el de Bacalaureat, que aquí es el equivalente a la Licenciatura, en Filología y Literatura. Todos los años tenía unas diez materias, que incluían Lengua, Literatura, Filosofía, Psicología, Metodología, Política, Historia, Literatura Rusa, Literatura Antigua y otras. Tuve que adaptarme a la educación a distancia, con las herramientas tecnológicas, y muchas veces sortear las dificultades que los alumnos presenciales no tienen, como la comunicación constante con el docente para evacuar dudas, o la obtención del material de estudio y demás. Me ayudó mucho tener en casa tantos libros sobre la materia, heredados de mi esposo. Fue un desafío más para mí en la vida.

– ¿Cómo ve la educación del idioma armenio aquí y a la comunidad armenia en general?

– La enseñanza de la lengua armenia, al igual que las otras materias, ha cambiado mucho. Antes los chicos hablaban más fluido en armenio, en el secundario hacían análisis literario. Hoy en día terminan el secundario y les cuesta leer fluido y hablar correctamente en armenio. Claro que la enseñanza también tiene fallas, pero lo que me llena de alegría es que no hay rechazo por parte de los estudiantes hacia la lengua armenia. Actualmente las maestras de armenio utilizan mucho la tecnología para la enseñanza y tiene mucha aceptación por parte de los alumnos. Lo que más me interesa es que los chicos se sientan armenios, y una vez que terminen el secundario no se alejen de nuestra comunidad, a la que veo muy activa a pesar de las generaciones que pasan y la distancia, un enorme mérito de nuestras escuelas, instituciones y de todos los descendientes de armenios que mantienen sus raíces.

– Pasemos un poco a la figura de Krikor Zohrab, escritor armenio asesinado durante el Genocidio de 1915, sobre quien versó su trabajo de tesis final. ¿Por qué eligió trabajar sobre él en la tesis y qué información, datos, aspectos de su vida descubrió en el transcurso de la investigación para el trabajo final?

– Krikor Zohrab es considerado la figura más relevante del movimiento realista de la literatura armenia occidental moderna, en una época en la que el gobierno otomano perseguía a los armenios, había una censura muy estricta en la prensa y en la literatura armenia. En ese ambiente de miedo e incertidumbre, fundó con otro escritor, Arpiar Arpiarian, un nuevo periodico denominado Arevelk (Oriente), e inauguró el diario con las siguientes palabras: “El periodismo de Estambul comienza con Arevelk a tener más sabiduría y conocimiento sobre cuestiones públicas, más información sobre temas europeos. Problemas individuales y disputas, de ahora adelante tendrán que ceder ante opiniones generales. El idioma armenio, al cruzar los límites individuales trazados por este o aquel editor, recupera la independencia de su lengua vernácula, evitando que la edición sea un oficio y se convierta en un arte. Los nuevos géneros de la literatura, en manos de nuevas personas, tienen que ver con el mismo objetivo inmutable, la comprensión de las necesidades de la sociedad. Aquí está el nuevo periodismo». Según algunos escritores, este diario fue la piedra fundamental del realismo armenio. Krikor Zohrab tuvo un rol importante en el periodismo, y también fue muy activo en la vida pública de los armenios de Estambul. Después de la constitución del gobierno turco fue electo diputado en el parlamento turco. Dictó clases de abogacía en la universidad estatal. Fue víctima del Genocidio Armenio junto con otros escritores. Dos factores tuvieron una influencia favorable en su vida; primero, al haber nacido en una familia adinerada, pudo recibir educación universitaria y segundo, el haber estado en contacto directo con la cultura occidental y escritores franceses, vivir muchos años en Francia, lo ayudaron para que pudiera ampliar su perspectiva de vida y expresar sus opiniones libremente con valentía y sin temor a la opinión pública. Sus obras han sido traducidas al inglés, al turco, al ruso y al francés. Sus cuentos y novelas cortas son muy interesantes tanto por sus contenidos como por su lenguaje y estilo de escribir.

– ¿Cuál fue ese estilo de redacción y a qué autor se lo podría asemejar? ¿Puede recomendar alguna obra suya?

– Zohrab está considerado como el maestro del cuento armenio. De joven estaba influenciado por los escritores románticos, pero se unió rápidamente al movimiento del realismo francés, impulsado por autores como Guy de Maupassant, Alphonse Daudet y Émile Zola. Él es probablemente el mejor escritor armenio del género. Escribió sobre sus vivencias. Señaló que la escritura era una actividad estimulante en la que podía hurgar a sí mismo y olvidar los dolores de la vida cotidiana. Tenía un ojo muy agudo para las características humanas, tanto físicas como psicológicas. Las descripciones de la personalidad humana eran uno de sus puntos más fuertes. Fue capaz de representar con exactitud rostros y gestos de una manera vívida, en líneas cortas, densas, pero muy expresivas, en las que era capaz de ilustrar claramente una tragedia o cualidades de un personaje. Es más conocido por sus novelas cortas y fue llamado “el príncipe de las novelas cortas”. Lo comparaban con Guy de Maupassant. En su obra “Retratos” describe personajes conocidos de la comunidad armenia de Estambul, la mayoría intelectuales, resaltando los aspectos llamativos del carácter de cada uno, con una mezcla de sátira, crítica, humor o a veces elogio, escrito en un lenguaje rico en metáforas y comparaciones. Se puede comprobar su capacidad de observar atentamente un personaje y desde su aspecto externo llegar a lo más profundo de su personalidad. Son tan reales y actuales como si estuviesen viviendo hoy en día. Cabe señalar que, a pesar de tener de una mentalidad abierta y ser un defensor de los derechos humanos, Zohrab estaba en contra de la igualdad entre el hombre y la mujer y pensaba que la libertad quitaba la feminidad a las mujeres. Hay que contextualizar este razonamiento aberrante a su época y lugar. Sin dudas, ha sido uno de los grandes exponentes de la literatura armenia.

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